CONCEPTO

IN COLORS PROJECT partió de la reflexión sobre la democratización de la fotografía y, por otro lado, la banalización resultante, bien de su copiosa compartición en las redes sociales, bien de la adicción a registrar todos los momentos (tragados, no vividos). 

De aquí surgió la búsqueda de un equilibrio, o sea, la posibilidad de alabar la fotografía artística sin rechazar el talento anónimo que surge del público y, simultáneamente, el acto de fotografiar como participación absoluta en el momento (no tragado, vivido).

También resultó, inevitablemente, de la experiencia de la pandemia y de la necesidad de crear oportunidades de mercado para los fotógrafos, más y menos conocidos.

Como resultado de estas circunstancias, se presenta como una manifestación de vida y reacción, un espacio de convergencia y contraste. 

Nos permite acercarnos a la realidad de forma lúcida, sin ignorar los dolores de nuestro tiempo, e inspiradora, sin negar la celebración de la belleza. Es decir, se entiende como catalizador social, como espacio de reflexión, crítico y político, pero también como territorio entregado al puro éxtasis.

Por todas las expresiones, IN COLORS PROJECT subraya la importancia de la fotografía también como pieza artística y documental, la marca personal y colectiva del mundo en el que vivimos y que creamos.

Asociado al concepto está la importancia del color como elemento de contextualización y comunicación.
El color instiga y traduce emociones, es terapéutico y liberador, es cultura e identidad de pueblos y lugares, es diferenciador y unificador. Y puede ser más, a veces puede ser todo, cuando está ausente, latente en un registro en blanco y negro.