INVESTIMENTO
El seguro de arte
ARTÍCULO DE LUMICROMA
ENERO, 2023
Los problemas ocurren. Los robos y accidentes, más o menos graves, pueden hacer que una obra de arte se pierda irremediablemente, sufra daños totales o parciales. Protegerlo con un seguro adecuado es una precaución que no debe pasarse por alto.
Sí, frente a la belleza y lo que nos impacta emocionalmente, el dinero a veces parece poco. Sin embargo, existe el riesgo de una sustracción objetiva no deseada, junto con la necesidad, a menudo, de una cobertura financiera para recuperar lo recuperable o disponer de alguna indemnización en caso de siniestro total. Así que el dinero cuenta.
Al cubrir distintos tipos de daños, el seguro de arte permite no sólo indemnizar al propietario en caso de pérdida permanente, sino también disponer de los fondos necesarios para la eventual restauración de la pieza.
En los últimos años, el arte – en sus múltiples expresiones, incluida la fotografia – se ha convertido en una sólida inversión. A escala mundial, asistimos a la expansión de un mercado y una nueva economía basados en el patrimonio creado por artistas. Un patrimonio constituido por obras únicas o reproducidas en series limitadas, de valor único y creciente.
Ante esta realidad, es fácil concluir que asegurar una obra de arte es vivir con la seguridad de que un objetivo valioso está protegido y, al mismo tiempo, garantizar que su valor de mercado nunca se pierda.
Pero, ¿es capaz cualquier compañía de seguros de proteger una obra de arte?
La respuesta es no.
Asegurar las obras de arte requiere conocimientos internos, soluciones especializadas, capacidad para evaluar y analizar con claridad una multiplicidad de riesgos, como el robo o los daños durante el transporte, por manipulación, debidos a incendios u otros accidentes.
En otras palabras, informarse sobre las competencias y propuestas de la aseguradora es fundamental a la hora de contratar un seguro.
Sí, los problemas ocurren. Y nadie necesita situaciones posteriores que le engrandezcan.
(Artículo redactado con el apoyo de Boavista Mediação de Seguros y Special Insurance, socios de Lumicroma)
Sí, frente a la belleza y lo que nos impacta emocionalmente, el dinero a veces parece poco. Sin embargo, existe el riesgo de una sustracción objetiva no deseada, junto con la necesidad, a menudo, de una cobertura financiera para recuperar lo recuperable o disponer de alguna indemnización en caso de siniestro total. Así que el dinero cuenta.
Al cubrir distintos tipos de daños, el seguro de arte permite no sólo indemnizar al propietario en caso de pérdida permanente, sino también disponer de los fondos necesarios para la eventual restauración de la pieza.
En los últimos años, el arte – en sus múltiples expresiones, incluida la fotografia – se ha convertido en una sólida inversión. A escala mundial, asistimos a la expansión de un mercado y una nueva economía basados en el patrimonio creado por artistas. Un patrimonio constituido por obras únicas o reproducidas en series limitadas, de valor único y creciente.
Ante esta realidad, es fácil concluir que asegurar una obra de arte es vivir con la seguridad de que un objetivo valioso está protegido y, al mismo tiempo, garantizar que su valor de mercado nunca se pierda.
Pero, ¿es capaz cualquier compañía de seguros de proteger una obra de arte?
La respuesta es no.
Asegurar las obras de arte requiere conocimientos internos, soluciones especializadas, capacidad para evaluar y analizar con claridad una multiplicidad de riesgos, como el robo o los daños durante el transporte, por manipulación, debidos a incendios u otros accidentes.
En otras palabras, informarse sobre las competencias y propuestas de la aseguradora es fundamental a la hora de contratar un seguro.
Sí, los problemas ocurren. Y nadie necesita situaciones posteriores que le engrandezcan.
(Artículo redactado con el apoyo de Boavista Mediação de Seguros y Special Insurance, socios de Lumicroma)